La verdadera vida es la suavidad, la vulnerabilidad, la apertura. No le tengas miedo a la existencia: la existencia se preocupa por ti, te ama. No hay necesidad de luchar contra ella.
“La gente es dura. La vida los prepara para ser duros porque la vida los prepara para luchar. Despacio, despacio, pierden toda suavidad interior: se vuelven duros como piedras. Y una persona de piedra es una persona muerta. Sólo vive en nombre, no vive realmente. La verdadera vida es la suavidad, la vulnerabilidad, la apertura. No le tengas miedo a la existencia: la existencia se preocupa por ti, te ama. No hay necesidad de luchar contra ella.
La existencia está preparada para dar más de lo que jamás hayas pedido o imaginado. Pero la existencia sólo puede dar si eres suave, vulnerable. Si eres poroso, puede entrar por cualquier parte.
Sé poroso, ponte a disposición de la existencia, sin miedo. No hay necesidad de tener miedo. Es nuestra existencia, le pertenecemos; ella nos pertenece”.
