Ir al contenido principal

Es fácil aceptar a la gente con caras tristes, es muy difícil aceptar a la gente con risas.

“Este es un mundo extraño: si eres un miserable, si estás sufriendo, nadie te dice que alguien te ha lavado el cerebro, que alguien te ha hipnotizado. Pero si estás sonriendo, bailando alegremente en la calle, cantando una canción, la gente se escandalizará. Dirán: "¿Qué estás haciendo? Alguien te ha lavado el cerebro... ¿estás hipnotizado o te has vuelto loco?"


En este extraño mundo el sufrimiento es aceptado como algo natural. La angustia es aceptada como algo natural. ¿Por qué? Porque siempre que estás sufriendo y siempre que eres miserable haces que la otra persona se sienta feliz de que no es tan miserable, no es tan infeliz. Le das la oportunidad de mostrarte compasión, y la compasión no cuesta nada.


Pero si eres tan dichoso, tan feliz, entonces ese hombre no puede sentirse más feliz que tú; lo estás menospreciando. Él siente que algo está mal en él. Tiene que condenarte, de lo contrario tiene que pensar en sí mismo, lo que teme hacer. Todo el mundo tiene miedo de pensar en sí mismo porque eso significa cambiar, transformar, pasar por algunos procesos.


Es fácil aceptar a la gente con caras tristes, es muy difícil aceptar a la gente con risas. No debería ser así. En un mundo mejor, en un mundo con gente más consciente, no debería ser así, debería ser todo lo contrario, que cuando estás sufriendo la gente empiece a preguntarte, "¿Qué pasa, qué ha ido mal?" Y cuando estés feliz y estés bailando al lado de la carretera, si alguien pasa por allí puede unirse a ti, puede bailar contigo, o al menos puede sentirse feliz viéndote bailar. Pero no dirá que estás loca, porque bailar no es una locura, cantar no es una locura, la alegría no es una locura; la miseria es una locura…”


Osho, The Last Testament, Volumen 6

https://osho-maestro.blogspot.com/