Si la semilla quiere brotar y convertirse en un árbol, ¡es un anhelo! Está perfectamente en orden. Es como debería ser. Pero si una semilla quiere convertirse en mariposa, es un deseo.
Pregunta:
¿Cuál es la diferencia entre deseo y anhelo?
Respuesta de Osho:
“...Si una rosa quiere convertirse en un loto, es un deseo. Pero si la rosa tarda en convertirse en una rosa, es un anhelo. Si la semilla quiere brotar y convertirse en un árbol, ¡es un anhelo! Está perfectamente en orden. Es como debería ser. Pero si una semilla quiere convertirse en mariposa, es un deseo.
El deseo es absurdo: el anhelo es existencial. El deseo es perfectamente hermoso: el deseo es peligroso. Y la distinción es muy delicada y hay que estar muy alerta.
El anhelo es la apertura del interior: el deseo es la acumulación del exterior. El hombre desea dinero: el hombre anhela la meditación. El hombre desea poder: el hombre anhela la pureza. El hombre desea el conocimiento: el hombre anhela la conciencia. El hombre desea el mundo: el hombre anhela a Dios.
Lo que es intrínseco a ti es el anhelo. Desvía tus energías del deseo al anhelo. El deseo te distrae de tu Tao, de tu Dharma, de tu naturaleza. El deseo te lleva por mal camino. Te atrae a fantasías que no son posibles. Te vuelve loco, porque te da esperanzas que no se pueden cumplir, que son irrealizables. El tiempo, la energía, la vida, se desperdiciarán, y al final solo la frustración en las manos y en el corazón.
El anhelo es la realización.
Si quieres convertirte en un hombre rico, estás deseando. Pero si quieres convertirte en un sannyasin, es un anhelo. El deseo depende de otros: en el anhelo no hay necesidad de depender de nadie más. Es tu propio florecimiento. Ya está ahí, sólo que necesita el suelo adecuado y el momento adecuado. Está esperando que llegue la primavera…”
Osho, The Perfect Master, Volumen 2